En los pasados Juegos Nacionales que se cumplieron en el Eje Cafetero, la delegación del Atlántico contó, por segunda ocasión consecutiva, de un Jefe de Misión de lujo, nada menos que el doble medallista olímpico Helmut Bellingrodt.

Ganador de la medalla de plata en el tiro, modalidad blanco móvil en los Juegos de Múnich 72 y Los Ángeles 84, Bellingrodt ya había desempeñado esta función hace cuatro en las justas que se celebraron en Bolívar y lejos de pensar que estaba bajando de categoría por haber pasado de ser Jefe de Misión de Colombia en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 al del Atlántico, este barranquillero consideró un honor servirle de nuevo a su Departamento.

“Para mí es motivo de orgullo, de satisfacción muy personal y por mi familia, ser Jefe de Misión de un departamento cuya capital es donde nací, donde me he criado y estado toda la vida”, aseguró Bellingrodt, de 74 años, y primer medallista olímpico en la historia de Colombia.

“Esta es una misión bastante importante y sobre todo el legado que deja para nuevos atletas. Esperemos que en los próximos Juegos, que en el 2027 aparentemente van a ser en Barranquilla utilizando las instalaciones de los Panamericanos, nuestra actuación sea superior”, agregó.

Como cabeza de la delegación del Atlántico en el Eje Cafetero, Bellingrodt no titubea para resaltar la actuación de Atlántico, la cual calificó como “muy buena”.

"El resultado de Atlántico en los Juegos fue acorde a la inversión que se hizo. Hay que reconocer que la inversión es directamente proporcional a los resultados, si uno invierte más, va a tener mayores resultados, si invierte menos, no va a tener los resultados que uno espera, pero con toda esa inversión que se hizo, se superó la versión de 2019, aunque quedamos en el mismo noveno lugar, hay que  darse cuenta que tuvimos 13 medallas de oro, dos más que en Cartagena; 29 de plata y en Cartagena 12 y 21 de bronce y ahora obtuvimos 32”.

Al contabilizar las medallas de oro y de plata que se conquistaron dice que esto significa que Atlántico llegó a 42 finales, un número para nada despreciable.

“Tuvimos 42 finales contra 23 de la versión de 2019. Si llegamos a la final es porque somos buenos, nadie llega a una final por suerte, ni porque le dio la gana, simplemente por la preparación. Fue un incremento de las finales y tuvimos finalistas de oro y el resto de plata y el total de medallería fue de 74 contra 44, 30 medallas más. Aspirábamos entre 20 y 25 medallas de oro, no se dio, pero le hice la recomendación al director de Indeportes (Luis Restrepo) para que hiciera una reunión técnica con cada una de las Ligas sobre algunas fallas. Esto en absoluto ha sido un fracaso, no se pudo ganar la de oro, pero llegamos en 42 ocasiones como finalistas, lo cual significa que el incremento es bueno”.

En ese sentido destacó deportes que mostraron nuevos valores, como el ciclismo, el atletismo, la natación y el boxeo, los cuales, augura, dentro de cuatro años “van a dar la pelea”.

“Valle y Bogotá invirtieron más de 100 mil millones para estos Juegos, nosotros solamente 18 mil millones, ahí está diferencia. Asistieron con más de mil atletas, es apenas natural que obtengan mejores resultados. Hay que hacer un análisis de la inversión que hacen esos otros departamentos y la que hace Atlántico. Todavía aquí al atleta lo ven como una persona que no ha rendido profesionalmente o en los estudios y se ha dedicado al deporte, lo ven como unos vagos. Muchos dirigentes políticos tienen ese concepto y no se dan cuenta de que con un gran desarrollo deportivo hay mucha más salud, responsabilidad y educación, lo que conlleva a una mejor convivencia en la sociedad. Tiene que ser cinco o siete veces más la inversión en deporte y se van a dar cuenta de la cantidad de atletas que van a ganar medallas, porque se les va a poner atención”.

Una de las medallas de oro ganadas por Atlántico, que más emocionó a Helmut Bellingrodt, fue la obtenida por el ciclista Cristian Ortega, en el keirin.

“Cristian estaba compitiendo con campeones mundiales y, en la que ganó plata, sólo por milésimas de segundo no fue oro. Hay que ponerle mucha atención al ciclismo del Atlántico porque tiene una proyección única, con gente joven y madurando a pasos agigantados”.

Bellingrodt cree que el ciclismo es uno de los deportes con mayor futuro en el Atlántico por el velódromo techado y climatizado que se va a construir en Barranquilla para los Juegos Panamericanos de 2027.

A propósito de estas justas, Bellingrodt es uno de los integrantes del Comité Ejecutivo que fue presentado el mes pasado en Bogotá, por la ministra del Deporte, Astrid Rodríguez.

“Ya se ha trabajado bastante, aún sin pertenecer a ello (el Comité), hace más de un año se venía trabajando con la Alcaldía y la Gobernación en los anteproyectos de escenarios nuevos, de algunos donde hay que hacer algunos cambios y acondicionarlos de acuerdo a las exigencias de Panam Sports, dueña de los Juegos, que son casi similares a las de unos Olímpicos. Hay que cumplir muchos requerimientos que para los Centroamericanos no se exigían”.

Señaló que en los próximos cuatro años va a haber varias visitas técnicas en cabeza de Neven Ilic, presidente de Panam Sports.

“Vamos a configurar el comité operativo con las diferentes subdivisiones médicas, técnicas, transporte, alimentación y alojamiento”.